En 2015, escribí un artículo llamado La Estabilidad Macroeconómica, el Gasto Público Social Consolidado y sus Efectos en la Pobreza, examinando herramientas de lucha contra la pobreza en Argentina. Dado el actual contexto económico y social, las implicaciones de este documento vuelven a ser tan relevantes como lo fueron entonces.
En ese trabajo, se tomaba un indicador de performance macroeconómico llamado EPI (Khramov y Lee, 2013), diseñado por el FMI y se lo comparaba contra la evolución de la tasa de pobreza y contra el gasto público social. Asumiendo que dicho gasto público reduce la pobreza, y que la mala gestión macroeconómica la aumenta, el desafío era determinar qué efecto dominaba.
Habiendo pasado 5 años de dicha publicación, me pareció interesante actualizar la base datos, llegando hasta 2020, para ver si la tendencia que se descubrió en el paper de 2015, era reafirmada en los años sucesivos.
La base cubre 41 años, desde 1980 hasta 2020. En ese periodo (y en términos interanuales), la pobreza aumentó en 22 años, el EPI empeoró en 22 años y existen 17 años de coincidencia, o sea, años donde la macroeconomía nacional se torna más inestable, y la pobreza aumenta. Es decir, existe un 77% de probabilidad de que la pobreza aumente cuando la macroeconomía empeora con respecto al año anterior, y un 73% de que la pobreza se mueva en dirección opuesta al índice. Tanto en la base de datos original, como en la extendida que se discute aquí, el efecto de una macroeconomía inestable dominó al efecto del gasto social.
Los resultados de esta investigación muestran que el gasto público no solo no alcanza, sino que, en determinadas circunstancias, puede ser parte del problema. Si la financiación del gasto genera desequilibrios macroeconómicos, que afectan generalmente a los pobres más que proporcionalmente, el efecto final del gasto público será un empeoramiento del estado de salud de la economía, y con ello, un aumento en la pobreza. A su vez, estudiando la historia, se puede ver que los años de mejores resultados en términos de reducción de la pobreza, fueron años de estabilidad, lo que permite deducir que probablemente, la estabilidad macroeconómica sea una herramienta mucho más efectiva que el gasto público para bajar los niveles de pobreza de forma sostenible.
Argentina Currency flickr foto por theglobalpanorama compartido bajo licencia Creative Commons (BY-SA)
Referencias
Khramov, M. V., & Lee, M. J. R. (2013). The Economic Performance Index (EPI): an intuitive indicator for assessing a country’s economic performance dynamics in an historical perspective (No. 13-214). International Monetary Fund.
Marcarián, L. (2015). La estabilidad macroeconómica, el gasto público social consolidado y sus efectos en la pobreza año 2015. Actualidad Económica, 25(87), 9-35.
Sobre el Autor
Leandro Marcarian es economista de Buenos Aires. Es licenciado en economía de la Universidad de Buenos Aires (2008), posgrado en economía de la Universidad Torcuato Di Tella en 2012, dos programas de educación ejecutiva del Fondo Monetario Internacional (crecimiento inclusivo, 2016) y la Universidad de Harvard (Economía líder crecimiento, 2017), y en 2018 el concluyó con méritos el programa de Economía Financiera MSc en Birkbeck, universidad de Londres. Ha trabajado tanto en el sector privado como en el público, en Argentina y en el exterior, en academia y en cooperación con organismos internacionales. Durante los últimos años le ha dedicado a la docencia e investigación. Sus tópicos de investigación son variados, pero es un apasionado de la interacción entre el crecimiento económico y la reducción de pobreza.